Dromomania
La dromomanía era un diagnóstico psiquiátrico histórico cuyo síntoma primario era la necesidad incontrolable de caminar o deambular. Dromomania también se conoce como fuga viajera. Desde el punto de vista no clínico, el término se ha utilizado para describir un deseo de viajar con frecuencia o ganas de viajar.
Etimología
El término dromomania se deriva de combinar el dromos griego, que significa «correr» con la raíz manía. El término a veces ha sido clínico y patologizante, y otras veces ha sido descriptivo de un entusiasmo inusual sin connotaciones negativas o medicalizantes, lo que refleja los diversos usos del término manía en sí.
En el siglo XVII, el término manía se usó para describir cualquier muestra de gran entusiasmo por una actividad u objeto específico. Más tarde, se utilizó como sufijo para las palabras griegas para referirse a una obsesión irracional, como en las palabras guanaikomanía, hipomanía y ninfomanía. Al mismo tiempo surgió la manía francesa, como en bibliomanie, que fue prestada al inglés como bibliomania.
El sentido original de entusiasmo sin el sentido de irracionalidad continuó, como se puede ver en el uso tardío de Coleridge (1772-1843) del término scribbleomania.
Uso clínico
Siglo XIX y principios del XX
La dromomanía fue un diagnóstico psiquiátrico histórico cuyo síntoma primario fue un impulso irresistible de deambular, viajar o caminar sin rumbo fijo. Dromomania también se conoce como fuga viajera.
Algunos autores describen a los pacientes con este diagnóstico como «en un estado automático» mientras viajaban, experimentando una amnesia parcial de los eventos de sus viajes. Otros síntomas incluyeron una «pérdida de sentido de identidad personal… e impulsos de homicidio y suicidio».
Dromomania fue considerada como un tipo de trastorno de control de impulsos similar a la cleptomanía o piromanía.
Dromomania fue descrita principalmente por psiquiatras franceses. El concepto de dromomanía se adaptó en Estados Unidos a drapetomanía, un trastorno mental cuyo síntoma principal se estaba escapando. Este diagnóstico se aplicó solo a esclavos.
El bioético moderno Henk AMJ ten Have considera la dromomanía como equivalente al diagnóstico DSM IV de fuga disociativa y los diagnósticos históricos de Wandertrieb (alemán) y automatisme ambulatoire (francés).
Ejemplos de casos
Se han descrito muchos casos de dromomanía. El caso más famoso fue el de Jean-Albert Dadas, un instalador de gas de Burdeos, Francia. De repente, Dadas salía a pie y llegaba a ciudades tan lejanas como Praga, Viena o Moscú sin recordar sus viajes. Un estudiante de medicina, Philippe Tissié, escribió sobre Dadas en su disertación doctoral en 1887.
Jean-Martin Charcot presentó un caso similar al que llamó autómata ambulatorio, que en francés significa «automatismo ambulatorio» o «caminar sin tener el control de las propias acciones».
Contexto social
Dromomania es una de una constelación de construcciones sociales para describir los estilos de vida nómadas contemporáneos, junto con vagabundo, brodyaga, vagabundo, vagabundo, divagado, itinerante, vagabundo, transitorio, vagabundo, pícaro, errante Dentro de esta constelación, la dromomanía es Un término patologizante extremo.
A principios del siglo XX, la dromomanía se clasificó como una de una serie de manías criminales, que se entendieron como compulsiones irresistibles para actuar sin ninguna motivación y, a veces, en contra de las preferencias del actor. Otras tales manías criminales fueron cleptomanía, piromanía y dipsomanía.
La Asociación Estadounidense de Prisiones describió todas estas manías criminales como comunes entre las personas con personalidades psicópatas, que también fueron descritas como carentes de propósito y ambición.
Dromomania a veces se equiparaba con la propensión a la vagancia. El constructo ha estado involucrado en la regulación de la falta de vivienda. Se asoció con la creencia de que los viajeros sin hogar pierden la capacidad de vivir en hogares y mantener la estabilidad.
El escritor de viajes Richard Grant ha sugerido que la dromomanía como un trastorno se define por culturas sedentarias que patologizan el deseo de viajar que está presente como un instinto en los humanos de su historia como cazadores-recolectores nómadas. Se sospecha que viajeros frecuentes como Francis Xavier tienen dromomanía.
Siglo XXI
Durante el siglo XX, este diagnóstico cayó en desuso. Sin embargo, desde 2000 han aparecido artículos que describen la dromomanía como una posible consecuencia de la enfermedad de Alzheimer, demencia, y delirio. Ha habido intentos de tratar la dromomanía con medicamentos antipsicóticos.
Uso no clínico
En términos más generales, el término a veces se usa para describir a las personas que tienen una fuerte necesidad emocional o incluso física de estar constantemente viajando y experimentando nuevos lugares, a menudo a expensas de su vida familiar, laboral y social normal.
Algunos autores se han referido negativamente a la alta prevalencia y al valor cultural de los viajes frecuentes de larga distancia en la cultura occidental contemporánea como hipermovilidad o dromomanía.
En un libro de 1977, el teórico cultural Paul Virilio criticó la modernidad por aculturar a las personas para que se volvieran locamente adictas a perseguir el futuro e incapaces de detenerse, lo que calificó de «dromomanía». El análisis de Virilio de la cultura contemporánea ha sido respaldado por otros teóricos culturales y considerado aún más preciso después del crecimiento del capitalismo financiero y la globalización.
Referencias
Citas
Have, Henk AMJ ten (2000-06-01). «La realidad de la medicina». Medicina, Salud y Filosofía. 3 (1): 1–2. doi : 10.1023 / A: 1009981914707. ISSN 1572-8633. PMID 11080963.
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Diccionario médico, dromomania
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Fuentes
- Fuente: doi.org
- Fuente: www.worldcat.org
- Fuente: pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- Fuente: www.drugs.com