Cociente de curiosidad

El cociente de curiosidad es un término presentado por el autor y periodista Thomas L. Friedman como parte de una fórmula ilustrativa para explicar cómo los individuos pueden estar poderosamente motivados para aprender sobre un tema personalmente interesante, ya sea que posean o no un coeficiente intelectual (CI) particularmente alto.
La fórmula no matemática y ficticia es CQ PQ> IQ; donde CQ es «cociente de curiosidad» y PQ es «cociente de pasión». Thomas Friedman afirma que cuando la curiosidad se combina con la pasión en la exploración de un tema de interés, un individuo puede adquirir una cantidad de conocimiento comparable al de una persona que es excepcionalmente inteligente, debido a la gran cantidad de recursos de información disponibles a través de La Internet.
Esta fórmula no debe tomarse en sentido literal, ni es una herramienta de medición para evaluar o predecir la inteligencia, la productividad o el éxito de un estudiante, empleado o individuo.
Fórmula propuesta
La afirmación de Friedman es que el cociente de curiosidad más el cociente de pasión es mayor que el cociente de inteligencia.
No hay evidencia de que esta desigualdad sea cierta. Friedman puede creer que la curiosidad y la pasión son «mayores» que la inteligencia, pero no hay evidencia que sugiera que la suma de los cocientes de curiosidad y pasión de una persona siempre superará su coeficiente intelectual. De hecho, dada la naturaleza ordinal de los cocientes psicométricos, no está claro si tiene sentido agregar los cocientes de curiosidad y pasión o incluso si se les pueden atribuir valores numéricos.
Según Friedman, la curiosidad y la pasión son componentes clave para la educación en un mundo donde la información está fácilmente disponible para todos y donde los mercados globales recompensan a aquellos que han aprendido a aprender y están motivados para aprender.
Friedman dice: «Dame al niño con una pasión por aprender y una curiosidad por descubrir y lo llevaré por encima del niño menos apasionado con un coeficiente intelectual enorme todos los días de la semana». IQ «todavía importa, pero CQ y PQ… importan aún más». Friedman afirma además que «es más importante ser apasionado y curioso que ser simplemente inteligente».
Ninguna prueba viable
Hasta la fecha, no hay pruebas universitarias existentes o evaluaciones de pruebas acreditadas que produzcan un CQ o PQ cuantitativo.
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