Ceguera moral
La ceguera moral es un estado de desconocimiento o insensibilidad a los problemas morales que pertenecen tanto a uno mismo como a las relaciones de uno con los demás. George Eliot consideró que «Todos nosotros nacemos en la estupidez moral, tomando al mundo como una ubre para alimentarnos a nosotros mismos».
El desarrollo saludable se aleja del egoísmo temprano para producir mayores niveles de conciencia, lo que lleva a grados de lo que Abraham Maslow llamó «ceguera menor».
Los críticos cuestionan si la «ceguera moral» es más que un arma útil de debate con la cual acusar a los oponentes.
Vistas filosóficas
Filosóficamente, la ceguera moral ha sido explorada desde el tirano de Platón en adelante, a través de Epitectus y Kant, pero adquirió plena prominencia con el intuicionismo ético. Figuras como GE Moore abogaron por una «conciencia moral directa» y vieron la ceguera moral como el equivalente de la ceguera al color.
Vistas de desarrollo
Melanie Klein vio el desarrollo temprano en términos del niño que emergía lentamente de un estado de ceguera narcisista para reconocer a la madre como un fin moral en sí misma, no simplemente como el medio o la herramienta del niño, un paso que llamó la posición depresiva. DW Winnicott vio de manera similar que el bebé pasaba de la pre-verdad a la verdad del uso despreocupado de la madre al uso en cuestión.
Amplificaciones posmodernas
Zygmunt Bauman considera ciertas características de la sociedad del siglo XXI para promover activamente la ceguera moral. La valorización de las mercancías como efímeras e intercambiables se combina con el efecto del anonimato de Internet para crear una cultura que tiende a ignorar la particularidad del individuo.
Igualmente perniciosa es la extensión de un cálculo de ganancia sobre áreas de la vida cada vez más amplias, excluyendo la evaluación moral, la ceguera moral indiscutible del mercado.
Analogías literarias
Se ha interpretado que Dante muestra vicios que conducen a la ceguera moral, las virtudes a la imaginación moral.
Iain M. Banks escribió sobre «el equivalente moral de los agujeros negros, donde las leyes normales, las reglas del bien y el mal que la gente imagina que se aplican en cualquier otra parte del universo, se rompen».