Neutralidad

La neutralidad es una parte esencial de la actitud del analista durante el tratamiento, : 26–38 desarrollada como parte de la escucha no directiva y suspendida de manera uniforme que Freud utilizó para complementar la asociación libre del paciente en la curación oral. : 73
Contenido
Desarrollo temprano
En el estudio de caso de Little Hans de 1909, Freud criticó al padre del niño (el ‘analista’ principal): «Pide demasiado e investiga de acuerdo con sus propias presuposiciones en lugar de dejar que el niño se exprese». : 257 En 1912 estableció la regla del espejo, que el analista no debe corresponder las confidencias del paciente, sino solo reflejar lo que ellos mismos contenían.
27 En 1915 introdujo el término neutralidad, advirtiendo especialmente contra el ansia demasiado grande de curar; y en 1919 escribió en contra de ofrecer orientación u orientación, síntesis en lugar de análisis, sobre qué forma debería tomar la cura del paciente.
Las pautas de Freud, especialmente con respecto al corchete de los juicios éticos y las revelaciones personales, rápidamente se aceptaron en la corriente principal psicoanalítica, : 143 al igual que la necesidad de respetar el discurso del paciente y no imponer preconcepciones.
Transferencia
El principio de neutralidad adquirió una fuerza especial con respecto a las manifestaciones de transferencia, particularmente dada la fuerza de las emociones suscitadas por ello. La neutralidad significaba resistir el impulso natural de reciprocar los afectos, a fin de permanecer en una posición para analizar la transferencia, no responder a ella.
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Desviaciones y críticas
La práctica analítica de Freud fue notablemente menos austera que los principios de neutralidad que estableció: discutía, alababa y prestaba dinero a los pacientes, : 37 e incluso registros que alimentaban al Hombre Rata en una ocasión. Sin embargo, el primer desafío teórico al concepto de Freud vino de Sándor Ferenczi, quien vio la actitud de no revelación del analista en particular como parte del problema, no como la solución.
Otros ampliarían posteriormente los puntos de Ferenczi, Nina Coltartpor ejemplo, sospechando la «forma austera y benevolentemente neutral que mantenemos como nuestro ideal de trabajo» y enfatizando que «no podemos hacer daño a un paciente al mostrar un afecto auténtico».
Referencias
Janet Malcolm,Psicoanálisis: la profesión imposible(1988)
Peter Gay,Freud: Una vida para nuestro tiempo(1989)
M. Guy Thompson, La ética de la honestidad (2004) p. 104
Neville Symington, narcisismo (1990) p. 109-10
Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis, El lenguaje del psicoanálisis (Karnac) p. 271
Eric Berne, Guía de un laico para psiquiatría y psicoanálisis (1976) p. 269–70
Patrick Casement, Sobre el aprendizaje del paciente (1995) p. 95
Adam Phillips, En coqueteo (1994) p. 146–7
Citado en Adam Phillips, On Flirtation (1994) p. 146
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