Equipaje emocional
El equipaje emocional es una expresión cotidiana que se correlaciona con muchos conceptos variados pero similares dentro de las ciencias sociales, los movimientos de autoayuda y otros campos: su preocupación general es con problemas no resueltos de naturaleza emocional, a menudo con la implicación de que el equipaje emocional es perjudicial.
Como imagen metafórica, es la de llevar todas las decepciones, errores y traumas del pasado con uno en una gran carga.
Vida adulta
En la vida adulta, el equipaje emocional se destaca en las relaciones en dos formas principales.
Primero, existen las expectativas a menudo negativas creadas por relaciones previas, quizás de naturaleza abusiva, una especie de esclavitud al pasado que puede contaminar interacciones nuevas y potencialmente más positivas. Esto puede ser particularmente evidente en un segundo matrimonio donde, en palabras de Virginia Satir, «las sombras del pasado son muy reales y deben ser tratadas por la nueva pareja matrimonial».
El segundo tipo de recuerdos que contribuyen al equipaje emocional de los adultos son la aparición recurrente de la historia de la relación actual, con el resultado de que problemas menores en el presente se ven abrumados por las corrientes negativas de tiempos anteriores que no se pueden resolver o dejar de lado para siempre.
Infancia
Sin embargo, detrás de los problemas de los adultos, puede haber formas más profundas de carga emocional arraigadas en las experiencias de la infancia, pero que continúan perturbando la personalidad y el comportamiento dentro del adulto.
Los hombres y las mujeres pueden ser incapaces de dejar atrás el dolor de la infancia y buscar a sus parejas para solucionarlo, en lugar de abordar las preocupaciones de los adultos.
Las expectativas culturales y de los padres, y los patrones de comportamiento extraídos de la familia de origen y aún llevados inconscientemente, impactarán en un nuevo matrimonio de maneras que ninguno de los cónyuges puede tener en cuenta.
Del mismo modo, como padres, ambos sexos pueden encontrar sus propios pasados de la infancia que obstaculizan sus esfuerzos para una crianza más constructiva de los niños, ya sea que repitan o busquen compensar en exceso los patrones parentales del pasado.
La psicoterapia aborda ese bagaje emocional del cliente bajo la rúbrica de transferencia, explorando cómo el desarrollo temprano puede crear un «modo de trabajo» internalizado a través del cual se ven todas las relaciones posteriores; mientras que el concepto de contratransferencia por parte del terapeuta reconoce que ellos también pueden aportar su propio bagaje emocional a la relación analítica.