Desestabilización

La palabra desestabilización se puede aplicar a una amplia variedad de contextos, como los intentos de socavar el poder político, militar o económico.
Psicología
En un contexto psicológico, se utiliza como una técnica de lavado de cerebro y abuso para desorientar y desarmar a la víctima. Por ejemplo, en el contexto del acoso laboral, la desestabilización aplicada a la víctima puede involucrar:
No reconocer el buen trabajo y valorar los esfuerzos de la víctima
Asignación de tareas sin sentido
Eliminación de áreas de responsabilidad sin consulta
Recordatorios repetidos de errores
Configurando para fallar
Desplazamiento de los postes sin decirle a la víctima
Intentos persistentes de desmoralizar a la víctima.
La desestabilización también podría denotar el extremo extremo del síndrome de desinhibición y conllevar el cierre completo del control individual de las emociones, las inhibiciones y el funcionamiento productivo. La afección puede ser episódica o puede durar meses o años, lo que requiere atención profesional de un profesional que esté familiarizado con el trastorno neurológico primario del individuo.
En psicología, también hay un proceso llamado desestabilización cognitiva, que implica estar abierto a conversiones y transformaciones de diversos tipos. Esto podría usarse para contrarrestar la desestabilización política presentando una visión consensuada del problema.
Otras aplicaciones
La desestabilización también se usa en el contexto feminista, como la forma en que se usa para cambiar la oposición binaria entre hombres y mujeres, particularmente cómo le da a la categoría ‘mujer’ su significado. Por ejemplo, esto se expresa en la incomodidad de muchas feministas con respecto al desafío de las teorías posmodernas a las oposiciones binarias tradicionales, percibiéndolo como una subversión del intento de las mujeres de definir su propia subjetividad.
El cuerpo de literatura sobre feminismo también a menudo invoca la necesidad de desestabilizar la teoría moderna, particularmente los discursos teóricos que afirman neutralidad pero que se establecen desde una perspectiva masculina. Estos intentos de desestabilizar las construcciones femeninas modernas han sido informados por Jacques DerridaLa teoría de la deconstrucción, particularmente la desestabilización de posiciones y temas que han sido considerados holísticos o autoritarios.
En la literatura, una conceptualización se refiere a ella como una agresión o un tipo de ataque al lector para provocar molestias. En las transacciones internacionales de capital, se utiliza para denotar como un movimiento de capital impulsado por pronósticos erróneos, alejando el tipo de cambio del equilibrio que sería respaldado por especuladores racionales cuya previsión es correcta.
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